Precioso y acogedor restaurante en forma de castillo medieval. En su interior la decoración acoge, esté mismo estilo, recalcar su preciosa lumbre con troncos naturales dónde te encandilan las llamas.

-Personal educado, amable y atento.

– La comida deliciosa. Compartimos una ensalada Torre dels cavallers, mi pareja Entrecote al punto ( perfecto ) y yo secreto ibérico al Pedro Ximénez, ambos con guarnición de verduras, patata al caliu con all i oli y pimientos de Padrón. Finalizando con un tiramisú delicioso como postre.